CAPITULO 4

Es miércoles por la mañana no tengo ganas de ir al colegio, son las 6:30 y escucho a mi madre gritar “Elena baja que te vas a ser tarde” entonces en eso pienso en una buena excusa para no ir al colegio.

--Elenaaaa baja ya, ¿que estas esperando?—grita con  más fuerza mi madre
—Mami me duele el estómago muchísimo, creo que no podré ir al colegio—digo y me tapo hasta la cara, porque se escucha pasos acercándose a mi cuarto.

--¿Elena? Hijita como que estas mal, que andarás comiendo—lo dice muy preocupada—está bien no iras al colegio, tu padre y yo saldremos a trabajar pero tú no te levantes de tu cama ¿entendiste? tu hermana llegara a eso de las 7:00 de la noche, así que  habrés la puerta.

Después de tomar la supuesta pastilla me da un beso mi madre y se marcha, lo último que escucho es decirme, hasta luego hija y me quedo al instante dormida. Escucho sonar mi celular ¿Quién puede ser a esta hora? que aburrido.

--¿Hola? ¿Quién es?—lo digo medio de sueño
—Hola dormilona ¿Por qué no viniste hoy al cole? Te extraño todo un circulito, nena—joder, es Gabriel ¿un circulito? lo había olvidado…
--¿Cómo estas amor?—le escucho decir, enserio ¿amor?
--¿bien?—lo digo.
--jajaja segura—se burla—te llamaba para decirte si podía ir a eso de las dos de la tarde para ver una película.
--Ok, pero que sea de terror gane—al fin ya alcabo mi hermana tardara
--Sabes, Lina no vino hoy ¿iras a verla?—me pregunta.
--Claro, apropósito estoy muy segura que sabes muy bien porque no fue hoy—respondo enseguida.
--Claro que no—se defiende.
--Claro que sí, Carlos y tu son amigasos.
--Claro que no… sabes que más me hablo con Mariano y Pablo.
--Claro que sí, los cuatro siempre andan juntos ¿o vas a negarlo?
--Claro que no, ese no es el punto.
--Pero si es el caso.
--Pero no el punto.
--No vas a bordar  y  además no quiero seguir discutiendo—respondo poniéndole fin a la discusión.
--Ok ¿Y después de la película te dejo en su casa?—dice—O tal vez no—suspira.
--No—le digo y rio—Claro, después de la película será.
--ok, entonces a los dos nos vemos, hasta pronto nena—cuelga.

Entonces miro mi reloj y veo que soy las 10:30, luego miro a mi casa ¡uf! Sí que esta un completo desorden, pero antes de todo hago una llamada.

--Aló—escucho por la otra línea, se ve que no era la única que estaba dormida.
--Lina, soy Elena—digo.
--Lose Lena, en mi celular sale tu nombre, créeme—se ve que ha recuperado su ánimo.
--Ok, ¿Qué tal vas?—pregunto.
--Bien, no creas que voy a estar llorando siempre por la misma situación, lo se te preguntaras porque no fui al cole hoy, pero es que no estaba de humor—sé que siempre fue más fuerte que yo—Además gracias a Dios que llamas quería preguntarte algo, ya que la loca de la vecina no ha dejado de decir tu nombre—es cierto Susan es su vecina—créeme me está llegando.
--uhmm, ¿no fue al colegio?—digo intentando cambiar de conversación.
--Lena, no fue como tú o como yo y si lo sé es porque tu serias incapaz de llamarme en estando en el colegio. Mejor dime que paso con Gabriel ¿ahh?.
--Bueno, uhmm—lo digo lo más rápido que se me da—Estoy con Gabriel.
--¡¡¿Qué?¿cómo?!!—se escucha como si me lo gritara.
-- Estoy con Gabri…--soy interrumpida.
--Eso sí escuche Elena, pero ¿cómo fue que paso?—no se escucha tan contenta.
-- Es que pasaron tantas cosas, además quien te manda a abandonarme tantos días—trato de no contarle lo que paso.
--¡jajaja!¡Lenaaa!¿enserio? ni si quiera 24 horas estuviste sin mí—no sé qué hacer—cuéntamelo todo señorita.
--Está bien, pero no será por aquí iré a tu casa a eso de las cuatro con Gabriel, le diré que me deje para poder conversar ok.
--Está bien—le escucho decir.
Entonces le cuento de mis planes de ver una peli, ella me cuenta de muchas cosas así a la ligera; así el tiempo pasa bastante rápido.
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Toc toc—suena—estoy nerviosa, debí decirle que no estaría, tengo vergüenza ¿Qué hago?—toc toc—vuelve a sonar y yo incapaz de abrir—Soy Gabriel Lena ¿estás?
Me dirijo a la puerta, ya no hay salida es mi enamorado ¿no?

--Hola Gabriel—saludo
--Hola amor—me dice—no me invitas a pasar—sonríe.
--Claro—digo, se me acerca bastante con la intención de darme un beso pero consiente de todo esto doy la vuelta y me lo da en la mejilla, hay un profundo rato de silencio.
--Y ¿qué película trajiste?— pregunto intentando romper el silencio.
--Una de zombis—dice, se ve decepcionado.
--Ok, hay canchita—atino a decir.
--Ok—dice como colocar el disco en el DVD. Me voy a la cocina con el fin de traer la fuente de canchita, me doy cuenta que la película está por comenzar.
--Entonces, me siento bien distante de él.    
--¿Qué pasa?—pregunta decepcionado
--Nada—respondo
--Siento que me evitas—bajando la voz, apenas en u susurro—creo que no me toleras.
--No es eso
--Entonces porque no te sientas junto a tu enamorado—palmea el sofá.
--ok—entonces me siento a su lado evitado cualquier tipo de contacto.
--Sabes estoy muy feliz de que me hayas aceptado.
--Yo también—sin querer me volteo para verlo a la cara.
--Que tanto—me susurra, entonces se me empieza a acercar quedando unos centímetro de mis labios, entonces escucho tocar la puerta.
--Voy— digo en un susurro.
--No vayas—dice.
--Pero—vuelven a tocar
--Voy—digo con voz más moderada.

Me levanto, entonces se me da por dar la vuelta para ver por encima de mi hombro y me doy cuenta de que Gabriel está mirando al vacío.

--¿Manuel?
--Elena, quise saber porque no fuiste hoy al colegio además ayer íbamos a salir en la tarde pero saliste con Gabriel así que pensé que sería una buena idea venir y decirte que estamos en mismo grupo de historia—encoje sus hombros y suspira—es un grupo de dos y se lo tenía que hacer con quien te sentabas espero que no te moleste.
--Claro que no Manu—le regalo una sonrisas.
--¿Puedo pasar?
--Estoy con Gabriel—lo digo medio incomoda.
--Su enamorado—escucho esas palabras detrás de mí.

Todos no hemos quedado callados, me siento bien incomoda no tengo idea de que hacer en esta situación; desearía que la tierra me trague.

--Entonces me voy—dice Manuel.
--Te veo mañana—lo digo en un hilo de voz.

Una vez que se ha marchado, tengo ciertas dudas con respecto a todo y las palabras de Manuel se empiezan a repetir en mi mente “Pero yo quiero ser algo más que tu amigo” esto es raro creo que sea lo que sea que haya sido me está afectando…Necesito estar sola, quiero aclarar mi mente.

--¿Continuamos con la peli o te llevo a casa de Catalina?—dice Gabriel, se ve frustrado.
--Si por favor a casa de Lina.
--Pero antes quiero algo a cambio, ya que no te veré hasta mañana—se vuelve acercar de nuevo, lentamente.
--¿Qué cosa?—digo desprevenidamente.

Entonces acto seguido me da un beso pero lo más raro es que ya no siento el intenso cosquilleo del año pasado, ni siquiera lo pude sentir ayer cuando lo acepte ¿será que esto se acabó? pero tampoco lo encuentro desagradable. Seguro es la impresión.

Estamos a una cuadra de la casa de Lina en eso escucho una voz muy singular saludando.

--Hola Gabriel—Genial es Susan.
--Recibí tu mensaje, así que mañana nos reunimos en mi casa para el trabajo—dice Susan en su cara se ve un triunfo en sus ojos y Gabriel solo se le da por asentir.
--Hola Susan—digo haciéndole notar que Gabriel tiene sostenida mi mano.
--Elena—dice con gran indiferencia y solo sonrió.
--Enserio con ella—se lo digo en un susurro a Gabriel.
--No tuve más opción ella se sienta a mi lado además que me dices tú lo harás con Manuel ¿no? Y todavía el cambio de sitio es hasta el viernes, solo espero que pueda sentarme contigo.
--Uhmm—digo con mala gana—No tienes excusa yo no fui, así que no tenía ni la más mínima idea.
--Uhmm cierto—Me regala una sonrisa.
--Gracias por traerme donde Catalina—le doy un beso en la mejilla y me dirijo hacia la puerta viendo así con disimulo como Gabriel se aleja.

Toco la puerta, me gustaría saber cómo esta después del rompimiento de una relación de dos años él fue  su primer amor, su primer beso, su primer enamorado. Y que termine así es algo decepcionante. Me encantaría verla de nuevo con ese brillo en los ojos, esa irradiante luz que emana. Entonces abren la puerta sacándome así de mis pensamientos.

--¡Holaa!—me dice un niño de aproximadamente catorce años.
--¡Hola Juan Pablo!—solo atino por sonreír.
--Te vez muy linda como toda una rosa—el cumplido hace que me ruborice.
--Deja de coquetearme Juan Pablo y dime si tú hermana esta.
--Uhm si esta, pero llámame principito…mi hermosa rosa—me guiña el ojo.
--No tienes remedio—suspiro y agrego—principito ¿me dejarias pasar?
--Claro mi hermosa rosa, la malvada cobra está en el segundo piso—me sigue el juego y agrega—no sé porque te arriesgas de esta forma—me da un beso en la mejilla, me regala una rosa ¿de dónde lo saco? Se va hacia su patio.

Gracias a Dios tengo idea más o menos de sus  gusto literario y por alguna razón no son tan lejanas a los míos aunque “El principito” lo lei hace mucho tiempo atraz, es todo un don Juan…Entonces al terminar de subir las escaleras veo a Lina recostada en su hamaca junto con un libro, sabía que iba a estar de esta forma le encanta leer, por algo es mi amigota tenemos los mismos gustos en los pasatiempos.

--¡Holi amigota!—digo muy feliz corriendo como ir a abrazarla.
--¡Hola amichi!—me regala una sonrisa.
--Tengo un gran problema Elena—me dice cambiando su semblante de una forma muy seria.
--Oh que paso cuéntame
--Hay un trabajo que se va hacer en historia y no recuerdas que yo me senté con Carlos
--Uhmm sip, pero no puedes hacer cambio de pareja—pienso por un momento y agrego— ¡ya sé! Díselo a Jorge él no tiene pareja que yo sepa, ya que dice que el solo hace las cosas mucho mejor.
--Uhmm tienes razón, le preguntare mañana—se para y se sienta en el suelo, yo hago lo mismo—ahora señorita empieza a contarme que paso con Gabriel… ¡ahh!
--ok—suspiro y agrego.
_____________________________________Recuerdo_______________________________________

Salgo del salón  a paso lento, pensando sobre la nota que medio Gabriel… y sin querer en las palabras de Manuel—supongo que si son de el— “Pero yo quiero ser algo más que tu amigo” todo está hecha una bola en mi cabeza.

--Elena—dice Gabriel en un susurro, ante aquel acto solo atino a saltar del susto.
--Jajajaaj, te asuste ¿verdad?—creo que esto no es nada divertido.
--No es nada divertido Sr. payaso—le saco la lengua y me pongo lo más seria posible.
--Está bien, discúlpame ¿sí?—me mira en forma de ruego.
--No—pero no me puedo contener la risa.
--Y qué me dices.
Que no sea sobre eso, por favor.
--Sobre ¿qué?—pregunto como si no tuviera ni idea de lo que habla.
--Tu respuesta sobre mi propueta, amor.
--Debo pensarlo.
--Cierto—solo camina a mi lado en silencio hasta que se escucha una voz bastante conocida-chicle-y odio esa voz.
--Gabriel—se oye en un grito. Se detiene y espera para llegue para contestar.
--Dime—responde muy serio.
--Me acompañas para ya sabes que—dice en tono meloso, es como si no… ¡EXISTIERA!
--Creo que no puedo, estoy acompañándole a su casa a Elena—me mira con una sonrisa.
--Pero es importante—dice.
--Pero me encantaría estar con Elena, es enserio.
--Pero sabes lo que pasa siempre—me mira con indiferencia. Esto ya me canso hablan como si no existiera.
--Susan no puedes dejar a mi chico un  rato, serio que me encantaría estar con él —lo digo seria. Recapacito sobre lo que acabo de hablar "mi" enserio.
--¿Qué?—me mira atónita.
Muajajaajaja lo logre que malota que soy y apropósito en que lio me metí.
--Se lo pedí ayer—dice con una sonrisa enorme.
--pero yo creí…creí…creo que esto ya no tiene sentido—sale corriendo y desaparece al doblar. Pero a Gabriel no parece importarle en lo absoluto, solo me agarra de mi mano.
--Con que tu chico…Uhmm creí que lo ibas a pensar—lo dice en tono burlón.
--Pero ya vez—solo atino por sonreír fingidamente ¿Qué hice?
--Te amo Elena—me besa en la mejilla.
______________________________________fin del recuerdo_________________________________

Solo le cuento detalles simples, pero ella no está del todo convencida acerca de mi respuesta, sé que desde el principio nunca le gusto Gabriel pero lo bueno de esto es que ella sería incapaz de oponerse, siempre suele aceptarme con todo mis errores y brindarme su hombro cuando lo necesito… A ella no la cambiaría por nada en el mundo.
--Catalina, no me mires así—no me gusta para nada su silencio.
--Enserio, ¡Elena solo por darle cólera a Susan!—me mira como si hubiera cometido la más grande estupidez del mundo.
--Perdón—digo con mucha vergüenza.
--Ok, este no es el caso—suspira—dime y estas segura de lo que sientes realmente por Gabriel, porque  desde que apareció Manuel tu forma de mirar a cambiado irradian luz y solo está presente cuando aparece Ma-nuel—deletrea silaba por silaba.
--Pero…--me interrumpe.
--No me interrumpas, nunca vi que miraras así a Gabriel sé que te sentías atraída… pero creo que ya cambio—Últimamente pienso con frecuencia en ello.
--Ya que da—suspiro y siento como mi estómago  se encoje.

Entonces escucho pasos por las escaleras, creo que es su hermano.

--Enano  que quieres—dice frunciendo el ceño Lina.
--Contigo nada Bruja—Le saca la lengua.
--Mi hermosa rosa—se está dirigiendo a mí—te he traído algo de jugo para que no te marchites—entonces le regalo una sonrisa.
--Gracias—le digo y le doy un beso en la mejilla. Y sale corriendo.

--Creo que ese enano sería un mejor partido para ti—lo dice en forma de burla.